El glaucoma es una enfermedad ocular en la cual se produce un incremento de la presión intraocular por encima de los niveles normales (20-21 mmHg) debido a una mala circulación del humor acuoso, que es el liquido que circula por la parte anterior del ojo. Esto provoca una compresión del nervio óptico que conlleva una pérdida progresiva del campo visual y puede producir una ceguera de carácter irreversible.
La mejor forma de luchar contra esta enfermedad es la detección y tratamiento precoz. Para ello es necesario realizar visitas periódicas al oftalmólogo para controlar la presión ocular y examinar el nervio óptico.
Además del tratamiento medicamentoso con gotas existen tratamientos quirúrgicos mucho menos agresivos que los utilizados hasta ahora como por ejemplo la implantación de micro-by-pass oculares, similares a los que se vienen aplicando en la cirugía cardíaca, pero de medidas microscópicas. Con estos dispositivos el humor acuoso pasa más libremente a la vía natural de drenaje, controlándose la presión intraocular.
La intervención dura unos 2 o 3 minutos y es de carácter ambulatorio. Después de la implantación se puede hacer vida normal. Con esta solución se pretende reducir o eliminar el uso de gotas y evitar los efectos tóxicos e irritativos de los tratamientos crónicos.