En el ojo existen unas lentes encargadas de enfocar las imágenes del exterior sobre la retina. En primer término está la córnea, que es la más potente y la más externa y ya en el interior del ojo, situado detrás del iris, se encuentra la segunda lente llamada cristalino. Éste se encarga, hasta los 50 años aproximadamente, de variar el enfoque para poder ver nítidos objetos situados a diferentes distancias.
Es, precisamente, la pérdida de transparencia del cristalino lo que se conoce por el término de cataratas.
Una Catarata NO ES:
La cirugía es la única manera de eliminar las cataratas. No existen, en la actualidad, medicamentos, suplementos alimenticios, ejercicios, ni dispositivos ópticos que puedan curar o retrasar la evolución de las cataratas.
No es verdad que las cataratas deban “madurar” antes de ser operadas, ni que se tenga que esperar hasta la ceguera para poder ser operado.
En esencia, la cirugía de la catarata, denominada facoemulsificación, consiste en eliminar el material cristalineano alterado a través de una mínima incisión, y sustituirlo por un material sintético que cumpla la misión del cristalino natural: Lente Intraocular. La intervención es ambulatoria y se realiza únicamente bajo anestesia tópica y no dura más de 15 minutos por ojo.